Utilidad de la histeria y de la hipocresía en la política: los teros por Roberto Fernández Blanco
"La neurosis narcisista, psicosis o faceta negativa
del Narciso, con sus manifestaciones improductivas
y destructivas, cuenta con un mecanismo de enorme
energía psíquica, la histeria, que desarrolla un significativo
papel en la conducta emocional del psicópata.
La histeria es un diestro y encarnizado mecanismo
de defensa, de resistencia, de negación, de ocultamiento,
de evasión, de escamoteo de los hechos vergonzantes y
traumáticos que pueden socavar la imagen visible que
el narcisista pretende exhibir con sus cuotas de vanidad
y soberbia.
La histeria asociada al estado de imposibilidad del sujeto
de realizar una catarsis liberadora y madurativa le generará,
frente a un hecho revelador desequilibrante, una reacción
furibunda, en algunos casos seguida inmediatamente de
una crisis depresiva y paralizante que anula al sujeto
dejándolo convertido en una figura inerte o decorativa,
en otros (el mismo sujeto o sus complementarios) seguido
de sucesivas manifestaciones paroxísticas, explosivas,
actos emocionales con teatralidad, gritos, amenazas,
transferencias de responsabilidades, proyecciones
con acusaciones a terceros y expresiones defensivas
que intentarán desviar la atención y alejar el peligro
que implicaría el ser descubierto, acusado y repudiado.
La segunda cubre a la primera.
La mejor representación gráfica equivalente de esta insuficiencia
o conflicto psíquico es la instintiva reacción del tero cuando ve en
situación de riesgo su nido y su cría, reaccionando frenéticamente
y realizando toda clase de vuelos y chillidos intimidantes para
desviar la atención de aquello que lo amenaza, y alejar así tal
presencia en dirección opuesta a la del nido que pretende ocultar.
Una deformación manipulada de la histeria (enfermedad psíquica
sumergida en el inconsciente) es la hipocresía, similar trastorno
de personalidad que está en la línea de flotación del componente
consciente del sujeto. En todo el espectro que va desde la conducta
histérica a la conducta hipócrita, el objetivo y actuación del Tero
humano sigue siendo muy similar.
Oculta su impresentable conducta desfigurando y escamoteando
la verdad, escondiéndola y deformándola, operando con el
mecanismo psíquico de la disociación o escisión del Yo, con
dos actitudes o personalidades psíquicas opuestas respecto de
una incontrastable realidad exterior que contraría la exigencia
pulsional narcisista del individuo.
Una de ellas es la que calladamente reconoce la realidad
perturbadora que desesperadamente necesita tapar,
enmascarar y sumergir para evitar la revelación de su secreto
(su ego le impide reconocer la necesidad de una catarsis) y la otra,
opuesta pero complementaria, que reniega de la realidad para
sustituirla por una creación producida por la pretensión impuesta
por su vanidad omnipotente y que es la que actúa energizando la
“reacción del Tero”.
Y así proyecta y traslada hacia enemigos externos (que son todos
aquellos que no responden al ritmo de las demandas del psicópata)
las causas y razones de lo que altera su sicótico estado de equilibrio
y que amenaza exponer a la vista de la opinión pública el nido,
núcleo o esencia de su vergonzosa conducta."
Sin Palabras...,Feliz 2008, que
mientras palmeas las espaldas,
escribis...........vas a dar vista??